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La hora del hemisferio derecho


Sigo a un autor español llamado Borja Vilaseca. En medio de esta cuarentena reparto mi tiempo entre ser ama de casa, trabajar y cultivar mi mente y espíritu a través de la meditación, el ejercicio y la lectura. Vamos sacando tiempo para todo; la verdad la he sentido como un tiempo muy productivo. En fin, para no desviarme del tema que hoy quiero compartirles, vuelvo al inicio. Leo en este momento un libro de Borja llamado “Que harías si no tuvieras miedo”, nombre bastante atractivo para la situación actual, y aunque no fue escrito para tal fin, ha inspirado este articulo: La hora del hemisferio derecho.


Vale de antemano aclarar que no se trata de excluir o demeritar la función del hemisferio izquierdo, muy por el contrario, la invitación es a la reflexión de la situación actual con +consciencia cada día, tal como lo propone nuestra campaña. Y esta consciencia amerita un viaje constante hacia el equilibrio, que para esta época puede traducirse en aceptación y mesura, entre otras muchas posibilidades; mas me centraré en estas dos para efectos del mensaje que quiero compartir.

Aceptación como ausencia de resistencia en nuestra mente y en nuestro cuerpo a los cambios que trae la situación actual. Aceptación que permite hacer lectura de la realidad a través de las creencias que tenemos construidas, sobre todo en términos espirituales, convirtiéndose en un ancla que nos mantiene conectados a la vida.

Mesura que nos posibilita asumir con cautela, discreción y prudencia los movimientos disruptivos y nuevos que acarrea la realidad actual. Realidad que nos desafía con otros ritmos, otras formas de habitar la vida, de sentir el cuerpo, de tramitar las emociones.

En este sentido, la conexión que logremos hoy con nuestro hemisferio derecho es potencialmente posibilitadora para lograr el equilibrio que necesitamos. Y aunque nuestro cerebro funciona desde ambos hemisferios, para ninguno es un secreto que la importancia y la fuerza de su desarrollo, culturalmente, ha estado mas dada a potenciar las habilidades propias del hemisferio izquierdo: el lenguaje verbal, la habilidad lingüística, la memoria, el pensamiento lógico y racional. Es el hemisferio mas intelectual de los dos; es un habilidoso para medir el tiempo de manera secuencial y lineal en relación con el pasado y el futuro. Y es aquí donde empieza a estar el quid del asunto.

La coyuntura actual nos exhorta a vivir la mayor parte de nuestro día a día en el presente, y en eso es experto nuestro hemisferio derecho, dado que “esta totalmente centrado y arraigado en el momento presente” [1]. Y es que un exceso de pasado puede crear sentimientos de tristeza que en ocasiones se hacen tan profundos que no es fácil salir de ellos; y un exceso de futuro abre la puerta de la ansiedad, que no es mas que el intento que tenemos de querer controlar lo que va a pasar mañana. Tal como lo nombra el Dr. Sebastián Palermo, Neuropsicólogo Argentino “cuando estamos ansiosos activamos todos los sistemas de alerta de nuestro cuerpo para ver, que lo que ocurra mañana no vaya a salirse de control”.[2] Y el problema es que no podemos controlar todo lo que va a pasar.


Podemos, sin embargo, tomar medidas en el presente para afrontar la situación en el futuro cercano, de esta manera estaremos siendo proactivos, creativos y ocupándonos de aquello que podemos cambiar, de aquello que esta dentro de nuestra zona de influencia.


Potenciar nuestra habilidad de conectar diariamente con el presente, - lo cual no nos exime de recordar cosas del pasado y visitar el futuro, - nos permite tramitar cualquier emoción de manera mas consciente, nos permite interpretar las señales que nos da nuestro cuerpo, comprender el significado de la situación sacando aprendizajes valiosos para continuar creciendo en humanidad y amor por la vida. Estas habilidades se desarrollan en nuestro hemisferio derecho: la intuición que es el susurro del alma, la imaginación, la innovación y el pensamiento creativo; capacidades que hoy mas que nunca deben brillar en nuestro ser, que son fuente de inspiración para encontrarle sentido al momento, en especial para recuperar el propósito de nuestra existencia si se diluye entre un pensamiento y otro, cuando la mente se colma de pensamientos desalentadores y tristes.


De forma subjetiva dice Borja, potenciar estas habilidades “aumenta nuestra comprensión y sabiduría acerca de quienes somos y cual es nuestro propósito en la vida; y nos nutre de confianza para atrevernos a seguir nuestra voz interior” [3]


Se trata entonces, en clave de equilibrio, permitirnos sentir, vivir nuestras emociones y ponerlas al servicio de nuestro propio bienestar, que finalmente será el bienestar de nuestros seres mas cercanos, con quienes compartimos esta cuarentena. Es la invitación a retornar al cultivo de estas habilidades lo que nos va a permitir reinventarnos. El reto es encontrar la armonía entre derecho e izquierdo, hablando de los hemisferios, haciendo hoy mas gala de la humanidad y la humildad, que no esta en los títulos, sino en el corazón.

Para finalizar, y en consonancia con la esperanza, la fe y la confianza que deseo habiten mi ser y el tuyo, comparto dos canciones que otorgan fuerza en este momento.

Vivir de Rozalen con Estopa:


Yo viviré:

[1] (Vilaseca, 2019, pág. 123) [2] (https://www.ayudaenlasemociones.com, 2020) [3] (Vilaseca, 2019, pág. 124)

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